El lenguaje científico, como hemos visto previamente de forma general en el artículo principal de tipos de lenguaje, es paradójicamente uno de los lenguajes más adaptables a las necesidades de comunicación. Citamos «paradójicamente» ya que, el hecho de que exista un lenguaje científico para todas y cada una de las materias que involucran oficios o conocimientos específicos, contrasta con su característica principal, que es la cualidad o intención que dicho lenguaje tiene o pretende de no poder ser interpretado en más de un modo. Curiosamente esta restricción hace que pueda ser adaptado con terminología técnica a cualquier ámbito.
Definición del lenguaje científico
Lenguaje científico es un tipo de lenguaje especial centrado en una materia o ciencia de la cual habla de forma unívoca. En el lenguaje científico las opiniones del emisor quedan a un margen para dar paso al mayor grado de objetividad posible acerca de aquello que se habla. Se denomina lenguaje científico a todos aquellos argots que, especializados en determinada rama, utilizan terminología única para diferenciarse del lenguaje coloquial. Es lógico deducir que para la correcta comprensión del lenguaje científico es menester el conocimiento de dicha terminología. Utilizado de forma frecuente para la transmisión de contenido especializado, el lenguaje propio que utiliza para hablar de una materia en cuestión es también diferente entre materias. La claridad, rotundidad y precisión son algunas de las características principales que desarrollaremos a continuación.
Características del lenguaje científico
A continuación pasamos a enumerar las características principales de todo lenguaje científico independientemente de la materia que aborde. Veremos también algunos de los recursos sintácticos y rasgos lingüísticos que poseen los textos que utilizan este tipo de lenguaje técnico. El lenguaje científico presenta las siguientes 4 características generales:
Precisión
La cualidad más importante del lenguaje científico es la precisión, la dirección univoca de las palabras frente a los conceptos y definiciones, evitando así malentendidos o las ambigüedades que el lenguaje común presenta. El uso del lenguaje científico exige por tanto una referencia única carente de sinónimos y polisemias en la medida de lo posible. Para tal fin, el uso de lenguaje literal es prácticamente unánime en todos aquellos textos de carácter científico técnico, evitando deliberadamente el uso de un carácter literario o figurado del lenguaje.
Neutralidad
La neutralidad del lenguaje científico habla precisamente de esa ausencia de emocionalidad que tiene como objetivo la menor polisemia posible. Así pues, libre de toda connotación afectiva o subjetiva por parte del emisor, la impersonalidad de lenguaje científico convierte a su exposición en algo más rotundo y frío, en contraposición con el lenguaje común o bien como antónimo al lenguaje literario. La neutralidad se logra con multitud de rasgos sintácticos, los principales son:
- Ausencia de formas correspondientes a la segunda persona del singular o del plural
- Escaso empleo de la primera persona del singular
- Uso muy frecuente del plural de modestia en la primera persona del plural
- Uso abundante de verbos impersonales y de la voz pasiva para eludir la presentación del sujeto de la oración
- Utilización de imperativos en 1ª persona del plural, que evitan la apelación directa a la 2ª persona (consideremos, supongamos o definamos).
Estos rasgos dotan a los textos científicos de un carácter de credibilidad que despierta la confianza del receptor.
Universalidad
Puesto que el lenguaje científico es utilizado por toda la comunidad internacional, necesita de una normativa que establezca la terminología con la que definir determinados conceptos. Esta característica aporta muchas ventajas a la hora de la comunicación entre gremios de un mismo sector. Por ejemplo, la aplicación del sistema internacional de medidas, normas DIN la tabla periódica, etcétera, facilitan enormemente la comunicación por su universalidad. La explicación histórica de esta característica del lenguaje científico se debe a la predominancia del latín en el momento de la creación de numerosos textos de este tipo. La ciencia se difundió en este idioma en las universidades europeas y cuando las lenguas vernáculas de cada país fueron derivándose, la terminología ya estaba acuñada.
Concisión
Esta característica sería la que da nombre al rasgo concreto del lenguaje científico que evita la retórica o todo resquicio literario que pueda aportársele en sus textos o exposiciones. Para esto es vital la eliminación de palabras innecesarias, así como el llamado sesquipedalismo, que no es otra cosa que el indebido alargamiento de las expresiones sin aporte de información. El carácter denotativo y unívoco de la terminología empleada en el lenguaje científico, conlleva una cantidad de léxico desorbitada teniendo en cuenta todas las materias existentes, en la ciencia, los oficios, materias, etcétera. Por este motivo, frecuentemente el léxico propio de materias concretas no figura en los diccionarios oficiales de su lengua vernácula.
TIPOS DE LENGUAJE CIENTÍFICO-TÉCNICO
Como hemos visto, el espectro de los tipos de lenguaje científicos es tan vasto como el de las ciencias y materias diversas que existen. Pronto veremos como no debe confundirse el lenguaje formal con el lenguaje científico. Hasta que lo desarrollemos puedes consultar el artículo principal de tipos de lenguaje y la página de ejemplos del lenguaje formal. Citemos algunos de los lenguajes científicos conocidos por todos:
- Lenguaje científico matemático: usado por profesores y expertos en la materia matemática.
- Lenguaje científico jurídico: usado por los profesionales del sector administrativo centrados en la rama judicial
- Lenguaje científico deportivo: utilizado por especialistas en determinados deportes.
- Lenguaje científico sanitario: utilizado por médicos y personal de centros de salud.
- Lenguaje científico informático: empleado por profesionales de la computación y los ordenadores
- Y son solo unos pocos de la inmensidad de ramas que existen. ¿Se te ocurren más? ¡Déjanos un comentario!
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Ejemplos de lenguaje científico-técnico:
La siguiente lista de ejemplos de lenguaje científico, muestra a su vez ejemplos de varios tipos de lenguaje que se incluyen en esta gran familia. Dejaremos sin determinar a qué familia pertenecen, para dar al lector la oportunidad didáctica de aplicar su comprensión de las diferentes características de estos lenguajes, como ejercicio que sirva de ayuda para solidificar sus conocimientos. Pueden comprobarse algunos de ellos en las secciones de ejemplos de otros tipos de lenguaje, a los que se hace referencia en el artículo principal de tipos de lenguaje. ¿Te atreves a descifrar los diversos tipos de estos ejemplos? ¡Vamos allá!
«Equis al cuadrado más dos equis más uno es igual a cero.
El cigüeñal se asienta en la bancada y los cojinetes sirven para evitar holguras y erosiones excesivas en el propio cigüeñal.
Las sentadillas con mancuernas fortalecen los cuádriceps y los gemelos.
A tal efecto se extiende la presente instancia, dado por comunicada la debida comparecencia del sujeto.
Este DAW es más transparente con las frecuencias de muestreo diversas, al comprimir y ecualizar samples con distinta profundidad de bits.
Esta estación de trabajo tiene un terabyte de memoria ROM, dieciséis gigas de memoria RAM, un procesador de doce núcleos y una tarjeta gráfica con cuatro gigas ddr4 dedicados.
El caudal disminuye cuando el sifón se obstruye, razón por la que al disminuir la sección de la tubería aumenta la velocidad del fluido.
La intersección de las mediatrices revela el centro de la circunferencia que pasa por tres puntos dados.
Las corrientes acuáticas se alejan del ecuador ganando latitud, para luego descender tras llegar al polo norte geográfico.
Existen tres tipos de enlaces diferentes: el iónico, el metálico y el covalente.
El espacio es igual a la multiplicación de la velocidad por el tiempo.»
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